Los Servicios de Emergencia de la Nueva Generación deben ahora ser resilientes a través de muchos canales
La resiliencia puede definirse como el rendimiento constante a lo largo del tiempo. La capacidad de recuperación de las comunicaciones y los datos significa lograr un tiempo de actividad lo más cercano posible al 100%, independientemente de si el hardware, el software, las redes, los errores humanos o los desastres naturales afectan a sus sistemas. Es un requisito para hacer negocios en el mundo actual "a la carta", especialmente en los sectores verticales de la industria en los que existen servicios críticos.
En ningún lugar la necesidad de resiliencia es más relevante que en la prestación de servicios de emergencia. El acceso de las personas que llaman al 112, 911, 999, etc. tiene que producirse el 100% del tiempo, lo que significa que no hay espacio para el bloqueo de llamadas, y durante un evento importante que puede conducir a una sobrecarga de llamadas, éstas tienen que pasar de un PSAP (Public Safety Answering Point) a otro si es necesario.
APCO International, la organización más antigua y más grande del mundo de profesionales de comunicaciones de seguridad pública escribe:
"En un entorno de nueva generación, los PSAP (Public Safety Answering Point) pueden hacer la transición de una gestión de llamadas basada en instalaciones de cliente a sistemas distribuidos utilizando la conectividad ESInet para establecer un sistema robusto y unificado entre numerosos PSAP. Esta configuración permite un mayor nivel de fiabilidad al alojar los sistemas centrales en lugares redundantes para proteger la continuidad operacional tanto en caso de interrupciones locales como de desastres de gran escala". (APCO 43, pág. 62).
Pero el mundo ha cambiado. En muchos países las comunicaciones de voz tradicionales basadas en el cobre están siendo reemplazadas por la fibra, wifi y la forma en que nos comunicamos ha pasado del tradicional teléfono fijo amás allá del móvil, a las aplicaciones basadas en datos e incluso a las redes sociales. Por lo tanto, se necesitan nuevas redes e infraestructuras y los PSAP deben adaptarse a estos nuevos canales de comunicación y corrientes de información. A esta nueva infraestructura la denominamos ESInet (Red IP de Servicios de Emergencia).
El diseño y la implementación de ESInet son absolutamente críticos para satisfacer estas necesidades, junto con la capacidad de abordar y acomodar los futuros requisitos de las redes a medida que la tecnología y los comportamientos de los consumidores cambien.
Sin embargo, la resiliencia de las redes exige la comprensión de los requisitos singulares de una ciudad o región. Los servicios básicos de nueva generación (NGCS) que operen en esa ESInet deben tener un conocimiento a nivel regional de las organizaciones a las que debe prestar servicio, ya que normalmente se realizan mediante una red de redes. Intentar entregar llamadas a una organización que no puede recibirlas o atenderlas adecuadamente puede resultar en llamadas abandonadas o no respondidas. Cuando esto ocurre, la gestión de las comunicaciones del servicio de emergencia se ha vuelto poco fiable.
Por lo tanto, se debe hacer más hincapié en la plena adopción de las normas de interfaz funcional de NENA i3 para América del Norte o en cada elemento funcional dentro del ecosistema NG9-1-1 (o 112 en Europa). El uso de notificaciones proactivas de los estados de servicios, elementos y de la seguridad permite al upstream NGCS ESInet activar políticas para establecer rutas alternativas para asegurar que las llamadas de emergencia para un determinado servicio se entreguen siempre, y siempre se respondan. Junto con las mejores prácticas, el diseño de ESInet y las interfaces estándar de NGCS, la resiliencia de la nueva generación de comunicaciones de emergencia puede realizarse plenamente.
A medida que las ciudades y regiones avanzan hacia la mejora y la ampliación de los servicios de la red de servicios de emergencia de nueva generación, es fundamental que construyan una solución lo suficientemente sólida para gestionar la expansión a largo plazo del ecosistema de comunicaciones. Los riesgos derivados de las amenazas del siglo XXI, como el impacto del cambio climático, garantizar la continuidad de los servicios críticos en emergencias y la capacidad de recuperarse más rápidamente de las interrupciones de servicio, pondrán aún más en tela de juicio la capacidad de recuperación de una infraestructura urbana envejecida en los años venideros.
La transición del sistema tradicional de transmisión de voz analógica, a través de una transformación digital, a uno con capacidades de nueva generación será impulsada por el despliegue de una red ESInet. Esta red IP de nueva generación servirá como tecnología habilitadora para garantizar la resiliencia y la continuidad de la prestación de servicios con el más alto nivel de rendimiento de sistemas de la industria.
En ningún lugar la necesidad de resiliencia es más aguda que en los servicios de emergencia. Acompáñenos en un taller de innovación donde discutiremos la provisión de servicios y la colaboración en la nueva generación de sistemas de emergencias, y le ayudaremos a obtener una mejor visión de la transición mientras se mantienen los niveles de servicio existentes.
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